GALERÍA GURRIARÁN |
Concha Romeu
Yo, tu, él, nosotras, vosotras y ellas.
Y ellas son, por un lado, las mujeres de la familia: madres, abuelas y bisabuelas, tías y hermanas. A algunas las hemos conocido y de otras sabemos a través de anécdotas y relatos que surgen alrededor de antiguas fotos del álbum familiar: fotos gastadas, a veces deterioradas, mutiladas, cargadas de historia, que se heredan, como el ajuar, y que pasan de madres a hijas.
Luego están las otras, esas que nombramos con admiración y reverencia: artistas, escritoras, poetas, pensadoras y científicas. Ya no están aquí pero siguen entre nosotros gracias a sus obras, cuadros y esculturas, textos y poemas: nos acompañan, nos enseñan, nos consuelan, nos iluminan, alegran y enriquecen, nos hacen mejores y nos completan.
Y a todas, unas y otras, las consideramos parte de la familia, una familia más amplia porque en ellas nos apoyamos en momentos de necesidad.
Con esta exposición quiero rendir homenaje tanto a unas como a otras, famosas o desconocidas, todas importantes, imprescindibles.
El tiempo pasa y las imágenes se desdibujan en la memoria, se deshacen, se disuelven. Yo bordo sus rostros porque quiero inmortalizarlos, parar el tiempo. Y más tarde los des-bordo, porque memoria y olvido van de la mano, son las dos caras de una misma moneda.